En los últimos años, la cantidad de pruebas de paternidad que se llevan a cabo en laboratorios ha aumentado considerablemente debido a las dudas que tienen muchos padres y madres sobre la paternidad de sus hijos e hijas. Se trata de una prueba bastante sencilla pero puede variar dependiendo de si la finalidad es meramente informativa o de si se necesita para ser presentada en un informe con validez judicial ante un tribunal o registro.
Tipos de pruebas de paternidad
A continuación te explicamos las particularidades y las principales diferencias entre una prueba de paternidad informativa y una prueba de paternidad judicial.
Este tipo de pruebas se llevan a cabo cuando el solicitante quiere conocer un resultado para uso particular. No tiene ninguna validez judicial y en el informe no aparecen los nombres de los implicados. En estos casos, las pruebas se toman incluso en el domicilio del interesado y se envían al laboratorio.
Las pruebas de paternidad con validez judicial son aquellas que se realizan porque se necesitan en un informe pericial, por lo que en ellas aparecen los nombres de los implicados. Además, a diferencia de las pruebas informativas, pueden ser usadas en un tribunal de justicia o registro.
Eso sí, para que las pruebas de paternidad sean admitidas ante un tribunal, la toma de las muestras, su identificación y el envío hasta el laboratorio deben seguir el proceso adecuado. Por eso, solamente pueden realizarse en un laboratorio en el que los participantes sean identificados y las muestras custodiadas con el objetivo de garantizar que los resultados son verídicos.
En el momento de la toma de las muestras, los participantes deben presentar su documento de identificación. Además, en el caso de los adultos, también se suele tomar la huella dactilar. Si se trata de un menor que no tiene DNI, se debe llevar una foto y una fotocopia del libro de familia o autorización legal que justifique la patria potestad del mismo.
¿Cómo se recogen las muestras en las pruebas de paternidad?
Para poder realizar un test de paternidad de ADN, es necesario recoger muestras biológicas de los implicados. La manera más directa y sencilla es hacer un frotis bucal con bastoncillos de algodón. De esta forma se recogen las células del epitelio bucal o la saliva. Pero también es habitual recoger manchas de sangre periférica en papel absorbente. Incluso, en otros casos, se pueden usar restos de cadáveres, como huesos y dientes, o tejido biológico mediante biopsias de parafina.
Además, cuando se trata de pruebas de paternidad informativas, también pueden usarse otras muestras biológicas recogidas de manera indirecta, como el pelo, las uñas cortadas, las colillas, los caramelos, los chicles, los cepillos de dientes, el semen, objetos con saliva, recipientes de bebidas, el sudor, pañuelos con mucosidades, sellos, dientes de leche, cordones umbilicales u orina. Este tipo de muestras no son aceptadas para pruebas de paternidad judiciales.