La herencia genética
Si estás esperando un bebé, seguro que te has hecho estas preguntas alguna vez: “¿A quién se parecerá?”, “¿Tendrá la inteligencia de la madre?”, “¿Sacará la sonrisa del padre?”, o “¿Tendrá los ojos azules como su abuelo?”. Muchas personas tienden a pensar que tanto los rasgos físicos como la personalidad se transmiten directamente a los hijos, pero no es así completamente.
¿Genes o casualidad?
Los expertos explican que cada persona contiene en su herencia genética el 50% de los genes del padre y el 50% de los genes de la madre, es decir, dos variantes para cada característica. Una de estas variantes se muestra físicamente y otra queda oculta en los genes. Cuando ese hijo tenga otro hijo, este también llevará en su carga genética dos variantes, por lo que para cada rasgo físico tendrá cuatro formas posibles. Así pues, es el azar quien tiene la última palabra.
Existen algunos rasgos como la altura, el color del pelo, la piel o el color de los ojos que dependen de varios genes que trabajan en conjunto, por lo que las combinaciones pueden ser incluso mayores. Pero también pueden darse mutaciones genéticas que generen una enfermedad en el feto aunque los padres no la hayan desarrollado.
En cualquier caso, existen características que no se heredan de los padres y que están más relacionadas con factores ambientales o con la estimulación intelectual. A continuación te explicamos cuáles son las características que sí pueden heredarse de los padres.
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El color de los ojos
Los niños pueden heredar el color de los ojos de sus padres. Pero hay que tener en cuenta que hay genes dominantes y otros recesivos. En este caso, los ojos de color oscuro prevalecen ante los de color claro, por lo que si un padre tiene los ojos marrones y otro azules, es más probable que el niño tenga los ojos marrones que azules.
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El tono de la piel
Cada ser humano cuenta aproximadamente con 25.000 genes que son los responsables de transmitir su herencia genética. Son los que pueden hacer que un hijo tenga el mismo tono de piel de la madre o del padre. Aunque la piel oscura siempre tiene más peso que la piel clara, por lo que hay más posibilidades de que el niño tenga el tono de piel más oscuro de sus padres.
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El pelo
El gen del color oscuro del pelo también es dominante frente al gen del pelo claro. Por eso, no es extraño que cada vez haya menos personas en el mundo que tengan el pelo rubio o pelirrojo. Pero no solamente se hereda el color, sino también su forma. Por ejemplo, el pelo ondulado prevalece frente al pelo rizado y éste sobre el liso.
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Rasgos faciales
Al igual que en los otros casos, hay ciertos rasgos faciales que predominan sobre otros. Es más probable que tu hijo tenga los labios gruesos, el rostro ovalado y la nariz recta si alguno de los padres la tiene. Además, en el caso de la nariz, ésta suele ser casi idéntica a la de uno de los padres.
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El peso y la altura
El 40% de los genes del peso se heredan, pero el resto depende del ejercicio físico y de la dieta. En el caso de la altura, la herencia genética influye en un 90%, aunque también tienen mucho que ver las hormonas del crecimiento y la alimentación.
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La inteligencia
La inteligencia también se hereda. Tanto las capacidades motoras como lingüísticas, emocionales y espaciales se heredan de la madre, pero solamente en un 55%. El resto está determinado por el contexto, la alimentación, la relación afectiva con los padres y la educación.
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El carácter
La herencia genética también es responsable del 40% del carácter de los hijos. El resto está influido por el entorno en el que crecen los niños, sus experiencias y el desarrollo de su cerebro.