Test paternidad divorcios
Cuando estamos pasando por un proceso de divorcio conflictivo debido a la custodia, al derecho de visita de los hijos, a la pensión alimenticia o a las sospechas de infidelidad de nuestra pareja, los test de paternidad se convierten en un arma muy potente. En los últimos años, este tipo de pruebas han aumentado considerablemente debido a su sencillez, su fiabilidad y su precio.
En la actualidad, se interponen en España unas 2.000 demandas de paternidad con el fin de conseguir al declaración judicial de una filiación no determinada o diferente a la previamente determinada. En un 25% de los casos, el padre investigado no es el biológico. No obstante, para que sea legal y el juez autorice la realización de la prueba en un caso de divorcio deben existir indicios probatorios con visos de credibilidad.
¿En qué casos se pueden solicitar pruebas de paternidad durante un divorcio?
Por lo general, en los casos de divorcio, el objetivo del test de paternidad es descartar o confirmar la paternidad biológica del niño que, a efectos legales, es hijo de la pareja. Si se demuestra que el padre es biológico, el proceso sigue su curso normal, pero si se descubre que no es el padre, se pone en marcha un procedimiento de filiación para que el que ha actuado como padre hasta la fecha se desvincule legalmente del niño y no esté obligado a atender las obligaciones legales sobre el mismo, como pasar la pensión alimenticia. Incluso puede usarse para pedir una indemnización por daños morales al excónyuge.
Eso sí, hay que tener en cuenta que, en los casos en los que ya se estaba pasando la pensión alimenticia, lo pagado no tiene que ser devuelto aunque se demuestre que no existe filiación. Lo que sucede es que, a partir de ese momento, el “padre” ya no estará obligado legalmente a correr con los gastos.
Pero también puede ocurrir que sea el propio cónyuge que sabe o sospecha que el niño no es hijo biológico de su expareja la que solicite la prueba de paternidad para quitarle todos los derechos de custodia sobre el mismo.
¿Puedo negarme a hacerme la prueba de paternidad?
Si la persona juzgada no desea hacerse el test de paternidad, puede negarse, pero el juez puede desestimar los argumentos y ordenar la realización de la prueba, estableciendo un día y una hora en un laboratorio. En caso de no acudir de forma injustificada, la situación procesal puede agravarse considerablemente. Y es que la Ley de Enjuiciamiento Civil establece que el juzgador puede declarar la filiación reclamada.
¿Cómo se realiza un test de paternidad?
El precio de las pruebas de paternidad varía en función de la complejidad y de las garantías de las mismas. El procedimiento es muy sencillo, ya que solamente se necesita tomar una muestra biológica de los dos implicados en la prueba para obtener el ADN y analizarlo en el laboratorio. Lo normal es que se tome una muestra de saliva con un bastoncillo de algodón.
Existen empresas que venden test caseros pero su uso es meramente informativo, además de no ser fiables, ya que no existe control sobre la muestra. Por tanto, no tienen ninguna validez legal. Para que sean admitidas en proceso judicial, deben ser realizadas en un laboratorio o centro acreditado como MyAdnLab para que sean los propios profesionales los que certifiquen la identidad de los participantes en la prueba, tomen las muestras y mantengan en todo momento la custodia de las mismas.
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